unos cuantos sustos

le dije adiós a los comunes

estos dias me los paso todos 

perdida en sus tristes ojos

que no carecen de felicidad,

pero es sólo su manera de ser.

le ofrezco un té y se lo bebe completo

le doy mis memorias y las quema 

(a las dos de la mañana) con keroseno

sólo para que no me sienta melancólica

a esa hora tan inoportuna

caminamos más que ustedes y nos gusta

jamás nos encontramos gente de frente

nos quejamos de que la vida es demasiado injusta

los domingos nunca serán iguales.

***

yo sé que no soy nada calle, pero no me lo deberías recordar.  en mi libreta haré la lista de las cosas de la vida y esa libreta debe durar hasta que crucemos todas y cada una de ellas y sus sub-divisiones.

a veces no me sobra ni el tiempo para pensar, o para olerme los sobacos y darme cuenta de que no me he bañado hace días, pero tampoco me lo acuerdas porque parece que no te importa y que te gusta más.  tengo rastros violetas donde estaban las sogas pero los considero medallas de honor. crúzate otra de la lista.

las bicicletas siguen sin arreglar hasta el dia que consigamos una máquina de soldar o el dichoso pedal.  el piano, el panfleto, la canción, nadar.

perdona mi uso de la blogosfera para recordarte cosas que no puedo mientras duermes.

quiero que no te enfermes más. tenemos cuatro gatitos para cuidar y unos cuantos sustos, pero no tantos.