colectivamente?

se siente como un dia productivo.

ayer sufría de una mini depresión de esas que me dan después de unas cuántas semanas de lluvia y no me atrevía ni a comer.  sentía el estómago vacío; como si han sido semanas desde la última vez que comí, pero no me apetecía nada. era sólo un síntoma de muchos.

hoy estuve cuidando a un bebé; que aunque se me olvidó su nombre de cantautor portugués, me conmovió y hasta me dió hambre.  era tan lindo durmiendo entre máquinas ruidosas y herramientas eléctricas cortando madera que me lo quería comer.  fueron momentos sublimes.

me secuestraron de la imprenta y me dieron (sin yo forcejear) el mejor café que no había probado desde que tenía once años, cuando mi tía me calentaba el pedazo de pan en el microhondas para acomapañar el café de las tres de la tarde. vi una de las mejores ideas dibujadas en una puerta y cuando salí al patio ahí estaba, pero a tamaño real; dos veces más alto que yo. toqué batería tribalmente acompañando un bajo que sonaba a bauhaus y décima víctima y todas esas bandas que ya se convirtieron en la moda y sentí tremendo alivio. no tocaba hace tiempo y aunque era una frankenbatería sonaba mejor que cualquier kit de veinte piezas en una tienda de música de esas caras.  reality check! tuve que regresar a la monotonía de la avenida universidad.

re-hice el header de este puto blog.  no tenía otro remedio.

discutí ideas sobre el comienzo de la próxima revolución y me sorprendió que no somos tan pocos en este vagón.