Saturday, August 08, 2009

aquél verano en benicasim

Reconocer lo dañina que es una situación, una persona o simplemente un trabajo es sólo el primer paso. Supongo que después viene la peor parte.

No ha sido casualidad tener el estómago lleno de úlceras, ni bacterias que comen tejidos en la piel. Es sólo el tercer dia de antibioticos, pero la inflamación va bajando aunque ya me cansé de las tres comidas obligatorias para evitar el malestar. No tener apetito es ya algo muy normal que no tengo idea de cómo cambiar cuando no está cerca el arroz con pollo ese o los canelones de mi mamá. A mi casi nunca me sacaban a comer, ni me llevaban al Burger King los viernes cuando salía de la escuela y aproveché al máximo cuando finalmente pude tomar decisiones por mi cuenta, pero boté la bola. Ahora con solo dos bocados basta para decir "me aburrí" y dejar el plato lleno.

***

Se me hace más difícil que nunca hablar con la gente. Tengo algunos amigos, pero todos muy ocupados con sus quehaceres diarios y su música. Obviamente nunca me invitarían a arreglar cosas dañadas, ni a peleas de boxeo, ni a ver youporn. Tengo algunas amigas, pero como que no encajo en términos sociales con ninguna de ellas; las conversaciones que podemos tener sólo llegan hasta cierto punto que no va más allá de la vida diaria que tanto me aburre; obviamente no me invitarían a irme de compras en las boutiques, ni a tomarme una coca cola de dieta con limón en algún café al aire libre, ni a que le cuide sus niños. Vengo del campo y me gusta trepar árboles, jugar con tierra y escuchar discos de rocanrol. Me levanto los sábados a la misma hora que los dias de trabajo y a veces me doy pena yo misma.

Extraño aquellos dos gatos que nunca tuvieron nombre. No eran muy aventureros ni sonrientes en los últimos dias que pasamos juntos, pero cualquier cosa es mejor que ningún gato.

miau.

1 comment:

The Trade said...

"...cualquier cosa es mejor que ningún gato"