Tuesday, October 20, 2009

RIP, viejito chinito.

mi abuelo se murió en otro pueblo que no era cabo rojo, y conociéndolo tenía que haber estado bien encojona'o. los dueños de la funeraria a la cojonúa le rezaron y le pusieron música pentecostal en la caravana. yo estuve esperando que repentinamente tirara pal carajo el rosario que le empotraron entre las manos.

normalmente las familias distanciadas se ven en funerales y bodas, pero nadie en mi familia cree en casarse. la última que fuí fué de mi papá en el faro de cabo rojo, vestiditos todos de hawayanos con ukeleles. después de tantos años finalmente vi a mis tíos y a mi primo que de un día para otro se convirtió de nerd a desertor escolar. mide siete pies casi y todavía no cumple disceiseis. tiene unos cuántos ticks nerviosos en su cara, y me da pena no haber compartido nada con él todos estos años. me dice que quiere ser escritor, pero no de ficción porque no le llegan las ideas. vive en un estado como arkansas o uno de los de tornados, así que supongo que por eso es.

el primer día de funeral, todo el mundo estaba medio sosito, averiguando sobre mis negocios, especulando sobre mis tatuajes y el novio guapo éste de los ojos verdes.
- "éste no es el mismo de siempre, verdá?"
- "¿cuándo tendré biznietos? moriré antes de verlos."
- "saliste con el alcohol en la sangre" (mi abuelo y mi tío eran dueños de barras)

poco me imaginaba que todo el mundo de mi familia estaba sedado de una forma u otra. sea con pepas o tragos de vodka, los ramirez ocultan su dolor y sufrimiento hasta más no poder. todo por no dejar que los demás te vean soltar una lágrima y me dí cuenta que así fue como ese lado de mi familia me crió y esperaba que fuera yo igual. funcionó, kinda.

estar entre tanta gente que estuvo presente en mi niñez me hizo recordar cosas que tenía guardadas en las partes más lejanas de mi memoria; eventos que no tienen fotografías como prueba de que existieron. cosas que sólo yo tengo analizadas por mi cerebrito de cuatro o cinco años en el cerro de guaniquilla. yo soy la nieta más grande.

cantando ashes, ashes, we all fall down alrededor de un tubo y jodiéndome el coxis una y otra vez.
hablando en inglés todo el tiempo y mi abuela diciendo dinosoro y kidnapiaron.
usándome de entretenimiento cuando sin estar todavía en la escuela podía leer portadas del periódico como Narcotraficante.
odiar las semanas que mi madre se hartaba de mí y me enviaba a vivir con mi abuela.
los borrachones a los cuales le tenía terror. (uno de ellos estaba en el funeral. me impresioné cuando pude recordar que se llama Ping.)
mi abuelo bebiendo shaeffer y yo pensando que el también tenía caballos de esos con bellbottoms en los piesis.
mi tío prestándome su sega genesis con sonic y cuarenta juegos más.
ese mismo tío poniéndose lentes de contacto.
mi otro tío estando en los marines y su foto militar en el cuarto de los barcos dentro de botellas. yo pensando que peliaba en las guerras.
algún olor a fili en los cuartos.
juguetes viejos de batman en la parte de arriba del clóset que le pertenecían a mi padre, que nunca lo veía. mi favorito era robin y el acertijo.
mi abuela metíendome en agua congelá a las cuatro de la mañana cuando se cansaba de escucharme llorar.

entonces, en el segundo día de funeral cuando pusieron la música ranchera que mi abuelo escuchaba; todo el mundo lloró.

quién sabe cuando será el próximo funeral, porque mi boda seguramente no será el reencuentro.




2 comments:

Anonymous said...
This comment has been removed by a blog administrator.
el chico del maiz said...

he vuelto a soñar contigo. mierda